viernes, 18 de junio de 2010

Ensayo Andres Quintero

Como fomentar una transformación de las relaciones humanas entre los actores involucrados en el proceso educativo a partir del pensamiento pedagógico del tercer mundo

El pensamiento pedagógico del tercer mundo ha sido abordado por diferentes autores. Es así como en el contexto del pensamiento africano encontramos a Amilcar Cabral, quien lucho toda su vida por la independencia de Guinea y las islas de Cabo Verde; Julius Nyerere, presidente de Tanzania, quien promovió la educación para la autoconfianza; y Antonio Faundez, filósofo chileno, especialista en sociología de la cultura y la educación, cuyo aporte se basó en la educación de adultos y los procesos de alfabetización, postalfabetizaciòn y cultura oral en la educación africana.

Dentro del desarrollo del pensamiento pedagógico a partir de Latinoamérica se resaltan los aportes de Francisco Gutiérrez, con relación a la pedagogía de la comunicación, Rosa María Torres, pedagoga y lingüista ecuatoriana quien se enfoco en la alfabetización popular, María Teresa Nidelcoff, educadora argentina que habló acerca de la formación del profesor pueblo, Emilia Ferreiro, doctora en Psicología, quien basada en el constructivismo, hablo acerca del aprendizaje de la lectura y la escritura, y Juan Carlos Tedesco, sociólogo educacional, cuyo aporte fue relacionado con la dinamización del sistema educativo.

A partir de este contexto se realizara un análisis crítico acerca de los diferentes argumentos planteados que permitan fijar una posición sobre como fomentar una transformación de las relaciones humanas entre los actores involucrados en el proceso educativo a partir del pensamiento pedagógico del tercer mundo.

Es importante resaltar que el pensamiento pedagógico del tercer mundo es “aquel pensamiento originado por la experiencia educativa de los países colonizados, básicamente los de América Latina y los de África. Estos países construyeron una teoría pedagógica original en el proceso de las luchas por su emancipación.”[1]

Partiendo de ello, se reconocen algunos aspectos determinantes en el fomento de una transformación en las relaciones humanas entre los actores del proceso educativo, estudiantes, docentes, institución educativa y sociedad. Dichos aspectos son: la cultura, la autoconfianza, la alfabetización, la comunicación y el lenguaje. A traves de ellos se puede valorar de manera integral lo vivido en el salón de clase y se pueden generar nuevas categorías pedagógicas como la alegría, la decisión, la selección, la escucha, el vinculo, la radicalidad de lo cotidiano y los pequeños actos que hacen de la educación un acto singular. [2]

Mediante el uso de programas como el "selfreliance" se promueve la construcción de una nueva conciencia nacional donde no solo los profesores sino todos los ciudadanos contribuyen a la formación de los jóvenes y niños, una formación que no solo se da con las palabras sino también con el ejemplo; pues desde el sistema educativo se debe fomentar objetivos sociales de vivir y trabajar en conjunto por el bien común, apoyados sobre la base de que los valores sociales son formados por la familia, la escuela y la sociedad, es decir por el ambiente global en el que el niño se desarrolla.[3]

Con relación a la cultura, Cabral afirma a través de su movimiento de liberación que éste como representante y defensor de la cultura del pueblo, debe tener conciencia del hecho de que, sean cuales fueren las condiciones materiales de la sociedad que representa, ésta es portadora y creadora de cultura, y debe, por otro lado, comprender el carácter de masa, el carácter popular de la cultura, que no es, ni podría ser, peculiaridad de uno o de algunos sectores de la sociedad.

teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la cultura no solo se debe asimilar como un concepto de estado ideal, hay formas de crear un puente entre lo cultural y el proceso de enseñanza aprendizaje de la escritura y la lectura sin que esta entre en contradicción al pensamiento y las creencias de un pueblo en particular, es así como la integración de la lectura y la escritura deja de ser un simple hecho aislado que pretende lograr la comunicación de saberes, defínase saberes como los nuevos conocimientos dejando de lado los que por siglos han permanecido fieles a sus tradiciones; ya que desde tiempos de los colonizadores se entiende que la oralidad siendo una forma de lenguaje a sido por años la herramienta por excelencia no solo de los pueblos del continente africano si no de otros como el americano, especialmente el latino, no se debe dejar relegada.

Entonces teniendo presente que al unir la cultura, la tradición oral y el aprendizaje de la lectura y escritura como medio de trasmitir conocimiento, los actores de estos procesos deben rescatar los saberes ancestrales para hacer que la transformación sea dada desde y para el pueblo.

Rol muy importante en esta transformación juega el encargado de unir cada uno de estos componentes para que sea posible que las personas se acerquen a este proceso y no el proceso a ellas.

Ahora bien si el proceso de transformación se realiza al interior de una comunidad especifica y es asimilado como parte de la sociedad, las relaciones con otras culturas cercanas o lejanas, con diferencias en lengua, religión, política y demás debe ser mas fácil, si se lleva por dentro el concepto de respeto hacia los saberes y tradiciones de las demás personas.

se pretenden entonces que después de esa integración con el aprendizaje ya no solo de lenguaje simple que comunica ideas o saberes, si no del lenguaje que integra pueblos, el estado ideal de unidad entre naciones.


[1] Moacir Gadotti. HISTORIA DE LAS IDEAS PEDAGOGICAS. Siglo Veintiuno Editores, S.A. de C.V. Mexico. Pág. 215


[2] Ibíd. pag 218

.[3] Íbid. pag 227

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